Apurimac. Y llegamos a Jueves de Compadres… (Hugo Viladegut Bush)

Todo hace suponer que los ayllus fueron de 13 a 15 en el valle de los amancaes
y se desarrollaron al borde los 7 ríos que cruzan la comarca.
Los ayllus fueron la reunión de familias en torno a la administración de un predio,
y ahí estaban los hijos que desposaban a las hijas de otros ayllus y que eran asimilados en uno y otro clan.

A la llegada de los españoles el trabajo colectivo en torno a la “jallma” o “aporque”
se convirtió “cultivo del maíz” en buen castellano,
el carnaval español fue asimilado conservando la competencia lugareña entre un ayllu y otro;
los juegos del “Paki” y el “Seqollo” pasaron a ser los juegos del carnaval español.
Las relaciones familiares se mantienen y los consuegros pasan a ser compadres.

Así aparece en el escenario la palabra “compadres” y su día es dos jueves antes del carnaval.
Hoy la compadrería empieza con bromas y abrazos en la mañana
y en la tardecita se desempolvan las guitarras, se tiemplan las tinyas
y se saca lustre al “champi” con el que se abre y marca la cancha.

Vuelven a gorjear las gargantas y se repasan los estribillos de las conversaciones cantadas.
Se establecen el presupuesto y las responsabilidades y la pandilla vuelve a la alegría…
Así empieza el carnaval, la fiesta más grande en este valle de eterna primavera…
Es jueves de compadres, la previa del carnaval de Abancay, el más alegre del Perú.

Fotografía mi baby, Carnavales apurimeños en Palacio de Gobierno 2019 – Comparsa “Abancay de mis amores”