Generar y documentar buenas prácticas. Primera parte (Hugo Diaz)

Por: Hugo Diaz I 10 febrero, 2019

Los cambios que experimenta la sociedad, el conocimiento y la tecnología están revolucionando la forma de gestionar la educación y los aprendizajes. Las brechas que antes se creían insuperables entre hijos de familias acomodadas y familias pobres pueden reducirse apreciablemente si los estudiantes tienen acceso, por igual, a las nuevas tecnologías y si a los estudiantes se los empodera en su capacidad de aprender sea individual, en grupo y durante toda la vida.

Está igualmente evidenciado que clases con 30 a 40 alumnos pueden obtener similares resultados de aprendizaje que otras con menos alumnos si se cuenta con profesores competentes en el uso de metodologías, didácticas y recursos variados dentro del aula. También está demostrado que no siempre más tiempo de clases es sinónimo de más aprendizajes. La calidad de la hora pedagógica que ofrece el docente y los variados recursos que utiliza resultan fundamentales.

Son situaciones que, unidas al avance de la tecnología educacional, traen como mensaje la necesidad de transformar las estructuras de organización y funcionamiento de las escuelas y las aulas con miras a colocarlas al ritmo de lo que es la sociedad actual; una sociedad que debe aspirar a anticiparse y no solo seguir los cambios, que son cada vez más rápidos. No es un asunto fácil de lograr. Lo más recomendable, en un primer momento, es trazar una estrategia de transitoriedad; es decir, crear el ambiente y disposición favorables en la comunidad docente para dar los saltos necesarios de transformación acelerada que se necesita. Creado ese ambiente y condiciones, será posible aspirar a mayores avances.

I. Antecedentes en Perú sobre promoción de las buenas prácticas

Desde hace algunos años, como parte de las estrategias de apoyo a los procesos de mejora y transformación de la educación se viene promoviendo, desde los ámbitos público y privado, el desarrollo de buenas prácticas entre los docentes. El Ministerio de Educación, el FONDEP, la Fundación Telefónica del Perú e Interbank, están entre las instituciones que lo hacen.

Papel de la Fundación Telefónica

La Fundación Telefónica, en alianza con la Oficina de la Unesco de Lima, publicó en el 2017 el documento: “74 buenas prácticas docentes. Experiencias con tecnología en las aulas peruanas”. Fue el resultado de un largo proceso iniciado el 2012 con la implementación del proyecto “Comunidad Pedagógica” que llegó a identificar hasta 800 docentes que estaban trabajando en iniciativas de innovación y prácticas pedagógicas. A ellos se les capacitó y se organizó el acompañamiento correspondiente para sistematizar lo que venían haciendo. De allí es de donde se seleccionaron las 74 mejores iniciativas.

La Fundación Telefónica ha continuado adiestrando docentes a través de la modalidad virtual y acompañamiento personalizado, también virtual. Esta acción ha permitido los logros siguientes entre los docentes beneficiados:

  1. Recalcar la importancia de la reflexión y autocrítica del docente sobre los problemas y retos que enfrenta en su práctica pedagógica en el aula empleando la tecnología.
  2. Crear conciencia que no basta ejecutar una buena práctica; hay que sistematizarla, lo que conlleva adquirir capacidades de formulación y evaluación de proyectos.
  3. Brindar un mecanismo de retroalimentación y acompañamiento para apoyar al docente durante todo el proceso de sistematización.
  4. Estimular proyectos que van involucrando el uso de la tecnología y la participación activa de los padres de familia en el quehacer cotidiano de formación de sus hijos.

Perspectiva para el 2019

La Fundación Telefónica cuenta con varios proyectos que apoyan la educación y es, a la hora actual, la organización privada, con mayor cobertura de iniciativas y población beneficiada. Es una referencia que justifica plenamente continuar insistiendo en la promoción de buenas prácticas con uso de la tecnología. No cabe duda que estando ésta cada vez más presente en la vida de las escuelas, resulta indispensable e impostergable estimular y acumular experiencias que faciliten su generalización exitosa en todas las escuelas del país.

Algunas de las medidas que se emprenderán durante el 2019 son las siguientes:

  1. Mejora del contenido de la página web. Incorporación de guías, banco de experiencias relevantes, auto capacitación y tutoría, notas de actualidad sobre buenas prácticas.
  2. Un nuevo curso de capacitación virtual, no presencial sobre buenas prácticas con uso de tecnología.
  3. Realización de talleres presenciales, de dos horas de duración, para informar y motivar el desarrollo de buenas prácticas con uso de tecnología. En las regiones de Arequipa, Cusco, Ica, Lambayeque, Lima Metropolitana y Piura se contará con el apoyo de los Monitores del Proyecto “Aula Digital”.
  4. Determinar una Ugel de las regiones seleccionadas para desarrollar acciones más intensivas de buenas prácticas.
  5. Organización de un concurso de buenas prácticas con uso de tecnología
  6. Evaluación de la experiencia

II. Definición e implementación de las buenas prácticas

¿Qué son?

Innovación y buenas prácticas son conceptos que tienen creciente mención en foros que reflexionan sobre el futuro de las políticas educativas. Detrás está la necesidad de que las escuelas y los procesos de enseñanza aprendizaje sufran una real transformación o reinvención, no solo un cambio superficial.

Una buena práctica puede definirse como un esfuerzo creativo para transformar o inventar estrategias y/o métodos de trabajo, formas de organización o introducir herramientas tecnológicas que produzcan mejoras en lo pedagógico o en la gestión. Son una demostración de que pueden haber un mejor camino para desarrollar una tarea. La experiencia recomienda que las buenas prácticas surjan preferentemente del equipo de docentes pues:

  1. Tienen más impacto que las iniciativas individuales.
  2. El aprendizaje asociado a las competencias implica necesariamente un trabajo creativo y de equipo. Demanda a los docentes poner más énfasis a contenidos y metodologías que integren aprendizajes de diversas áreas curriculares.
  3. Tienen más posibilidades de sostenerse en el tiempo.
  4. La confluencia de varias opiniones en el diseño de la buena práctica ayuda a encontrar alternativas más eficaces, que no implican mayores costos ni esfuerzos respecto de los actuales; por el contrario, optimizar capacidades y recursos para mejores resultados.
  5. Son una forma de trabajo que motiva a otros docentes, para no solo aprovecharla, con las adaptaciones que se consideren necesarias, sino para que se unan para idear otras buenas prácticas.

Entonces, una buena práctica no es un simple cambio. Ella trae implícito establecer, anteladamente, los beneficios para quien la ejecuta y para los que participarán de dicha práctica. Esa reflexión previa, y la certeza de que es una opción mejor de lo que se venía haciendo son necesarios. Lo contrario podría llevarnos a concebir un cambio como una buena práctica, cuando en realidad no lo es, inclusive, sus consecuencias podrían llegar a ser negativas.

Lo que aportan en el ámbito pedagógico

Las buenas prácticas pueden dirigirse a lograr propósitos como los siguientes:

  1. Diseñar una programación curricular que priorice aprendizajes en profundidad en vez de cantidad de aprendizajes. Menos contenidos, tratados con más tiempo y complejidad facilitan una mayor cantidad de aprendizajes significativos.
  2. Introducir metodologías y didácticas en el aula que combinen el aprendizaje teórico y práctico. La tendencia, en las escuelas más innovadoras, es reducir el trabajo aislado y meramente conceptual de cada área curricular y dar espacio a actividades que asocien conocimientos de diversas áreas con experiencias de la vida cotidiana.
  3. Aprovechar metodologías que propicien el desarrollo de habilidades socioemocionales, actitudes y valores que contribuyan a la formación personal.Entre ellas están el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), la personalización, el aprendizaje colaborativo, el STEM (integración de la matemática, las ciencias y la tecnología) y el STEAM, que incluye además el arte.
  4. Aumentar el interés del alumno por aprender mediante la contextualización de contenidos y la combinación del buen uso de recursos convencionales y digitales.
  5. Desarrollar un buen plan de tutoría para mejorar las formas de relacionamiento en el aula manteniendo un clima favorable y de amplia participación del alumno.
  6. Promover la participación responsable de las familias en la formación de sus hijos.
  7. Brindar retroalimentación inmediata a los alumnos.
  8. Aplicar procedimientos de evaluación continua y no sancionadora del estudiante, adecuados a un enfoque de competencias.

Tipos

Dependiendo del criterio empleado, las buenas prácticas pueden clasificarse de diferente forma. Una manera de hacerlo es en función de la magnitud del cambio que generan, tal como lo plantea F. Pedró[1]:

  1. Las que mejoran lo que se viene haciendo.

En términos de eficiencia académica, motivación, disciplina, aprovechamiento del tiempo. Por ejemplo:

  • Diseñar un banco estadístico de errores comunes y frecuentes que cometen los estudiantes en las evaluaciones.
  • Mejorar las guías de observación para el monitoreo pedagógico. Trabajar con indicadores más finos, que diagnostique mejor la situación actual y den argumentos para corregirla.
  • Establecer, desde inicios del año escolar, las reglas de evaluación. No solo los períodos; también las formas, calendarios, peso de los factores de evaluación, tipo de contenidos prioritariamente evaluados.
  1. Las que transforman la práctica pedagógica o de gestión,surgiendo una nueva.

Por ejemplo:

  • Adoptar el método del aula invertida. Conlleva un proceso de aprendizaje diferente al actual. Por ejemplo: el alumno trabaja los aspectos teóricos en su casa y en el aula los complementa y trabaja con el docente y resto de compañeros la aplicación práctica.
  • Pasar de un diseño pedagógico de contenidos a uno de competencias. Lo que implica cambios profundos en la programación, implementación y evaluación curricular.

Ver link: España Guia-de-buenas-practicas-docentes-I

Ver link: Guia de observacion de clase.pdf

Ver link: Innovación Guia Barrero España


Acerca de Hugo Diaz

Soy planificador de la educación, especialista en el estudio y evaluación de políticas educativas. El Blog que les presento, sobre Desafíos de Educación Siglo XXI, tiene por finalidad analizar el estado actual de la educación en el Perú; en especial, la situación de la educación básica, la formación y el desarrollo profesional de los docentes. En ese contexto, se destacan los avances, las dificultades, las experiencias relevantes, los esfuerzos encaminados a consensuar estrategias, las posiciones encontradas.”

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Fuente: educared.fundaciontelefonica.com.pe

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