MINEDU: Organización de los procesos Pedagógicos en el 2021

Competencias a desarrollar

En el marco de la emergencia sanitaria, durante el año lectivo 2020, las IIEE propiciaron el desarrollo de las competencias seleccionadas, planteadas en la RVM N° 193-2020-MINEDU, y en algunos casos otras, según decisión de cada institución educativa. Cada docente deberá diagnosticar el nivel de logro de dichas competencias en base a evidencias, como punto de partida del año escolar.

Las competencias priorizadas en el 2020 son las que se deben considerar
durante la consolidación y el reforzamiento durante el 2021. Considerando el contexto y los resultados de la evaluación diagnóstica inicial, las IIEE o programas educativos podrán determinar las competencias a desarrollar según lo esperado para el año lectivo 2021 (periodo de continuidad), teniendo como mínimo las competencias planteadas en la RVM 193-2020-MINEDU.

Planificación de experiencias de aprendizaje

Las experiencias de aprendizaje son un conjunto de actividades que conducen a los/las estudiantes a enfrentar una situación, un desafío o problema complejo. Se desarrollan en etapas sucesivas y, por lo tanto, se extienden a varias sesiones o momentos. Estas actividades son potentes –desarrollan el pensamiento complejo y sistémico–, consistentes y coherentes –deben tener interdependencia entre sí y una secuencia lógica–. Estas actividades, para ser consideradas auténticas, deben hacer referencia directa a contextos reales o simulados y, si es posible, realizarse en dichos contextos.

El/la docente debe observar el entorno o contexto para identificar los retos, desafíos y problemáticas que allí se presentan. Estas situaciones plantean retos de distinta naturaleza que pueden generar experiencias retadoras e interesantes de resolver para los/las estudiantes. A partir del contexto actual se han identificado algunas macrosituaciones que podrían ser claves de trabajar en esta coyuntura y se plantean como sugerencia para el desarrollo del 2021:

Cuidado de la salud y conservación ambiental
Ciudadanía y convivencia en la diversidad
Descubrimiento e innovación
Logros y desafíos del país en el bicentenario
Trabajo y emprendimiento en el siglo XXI

Elementos de las experiencias de aprendizaje y su caracterización; Se presenta algunos criterios referenciales para la elaboración y la revisión que favorecen la elaboración de las experiencias de aprendizaje.

a. En relación con el planteamiento de la situación

• Describe contextos específicos identificados a partir de situaciones retadoras e interesantes para los/las estudiantes. Esto implica que en la experiencia de aprendizaje identifique y describa aspectos y contextos vinculados con situaciones a nivel local, regional, nacional o global, las cuales son reales o simuladas (posibles en la realidad) y propuestas o creadas intencionalmente para el desarrollo de los aprendizajes de los/las estudiantes.
• La situación debe permitir abordar problemáticas, actitudes, estereotipos, sesgos cotidianos a la luz de los enfoques transversales.
• La situación debe plantear una pregunta o una descripción de la problemática. Esta pregunta o descripción intencionada debe ser abierta, clara y permitir que el/la estudiante pueda reflexionar y hacer uso de sus competencias a partir de la situación planteada. Esto debe generar un interés o cuestionamiento a sus conocimientos, concepciones, actitudes, representaciones, vivencias, emociones, ideas, creencias, entre otros aspectos.
• La situación debe conllevar a poner en juego diversas competencias para el desarrollo del actuar competente del o de la estudiante. Esto implica que el/la estudiante al enfrentar una situación retadora y desafiante, además de significativa para él o ella, despliegue y ponga en juego diversas competencias para enfrentar la situación, como lectura, escritura, indagación, resolución de problemas matemáticos, convivencia y participación, etc.

b. En relación con el propósito de aprendizaje

• El propósito de aprendizaje es lo que se espera que el/la estudiante logre en una experiencia de aprendizaje, se vincula con la situación y se vincula con las competencias.
• El/la docente debe plantear los propósitos de aprendizaje a partir de la información obtenida (logros, avances y aspectos de mejora) y el análisis de las evidencias de aprendizaje de los/las estudiantes, con la finalidad trabajar a partir del nivel real de aprendizaje de los/las estudiantes.
• Así también, se deben plantear los criterios de evaluación, los que deben ser redactados en un lenguaje claro y sencillo para el/la estudiante y debe ser un propósito central para el/la docente el garantizar que los/las estudiantes comprendan totalmente lo que se espera de ellos.

c. En relación con la evaluación durante la experiencia de aprendizaje

• Como parte de la experiencia de aprendizaje se debe plantear productos o actuaciones que generarán evidencia del nivel de desarrollo de las 30 competencias. Estos productos o actuaciones deben permitir observar el nivel de desarrollo de las competencias del o de la estudiante; tanto en un producto o actuación integradores como en aquellos que dan cuenta de competencias específicas asociadas a un área.
• Así también, es importante plantear los criterios de evaluación que permitirán observar lo que se espera de dicho producto o actuación. Estos deben estar claramente definidos en relación con el propósito y la situación, tomando como referentes los estándares de aprendizaje y desempeños.

d. En relación con la secuencia de actividades o acciones para el desarrollo de la experiencia

• La secuencia de actividades o de acciones planteadas debe presentar un orden lógico y coherente con la intención de lograr el propósito planteado e ir guiando a los/las estudiantes para el desarrollo de sus competencias, lo cual implica que en las actividades se pueda ver con claridad cómo el/la estudiante genera elementos, insumos o versiones preliminares de los productos o actuaciones.
• La secuencia de actividades debe verse claramente relacionada con la situación planteada y debe guiar al estudiante en el desarrollo de recursos claves de las competencias que le permitan enfrentar la misma.
• Este conjunto de actividades llevará al estudiante a poner en juego diversas competencias asociadas u organizadas por áreas y por tanto, deben considerar los enfoques propuestos en los programas curriculares como elementos que guían los procesos de construcción de los/las estudiantes.
• La secuencia de actividades debe plantear la conexión con el uso de los diversos materiales educativos como cuadernos de trabajo, fichas de autoaprendizaje, fuentes escritas y orales, entre otros.
• Las actividades deben promover el diálogo de saberes, el diálogo intercultural o el diálogo intergeneracional para la comprensión desde diferentes perspectivas.
• Las actividades presentadas deben promover el trabajo autónomo del o de la estudiante, planteándole la necesidad de organizar sus tiempos, las acciones a realizar para lograr los propósitos, la autoevaluación de sus procesos, los avances y dificultades, entre otras acciones que favorezcan el desarrollo de la gestión autónoma de sus aprendizajes.

En la planificación se debe considerar el tipo de servicio educativo que se brindará: a distancia, semipresencial o presencial, así como los recursos y medios que se utilizarán. Asimismo, se debe prever la gestión del tiempo (duración de la experiencia de aprendizaje, tiempo destinado al desarrollo de cada actividad, horarios), las formas de organización y el acceso a la comunicación, primando siempre el criterio de flexibilidad y de centralidad en el bienestar del o de la estudiante.

Si el servicio educativo se brinda a distancia o de forma semipresencial, el/la docente debe acordar los horarios y los medios de comunicación para el trabajo remoto con los/las estudiantes y sus familias, tomando en cuenta las disposiciones de la autoridad sanitaria.

Mediación de los aprendizajes de los/las estudiantes

La mediación pedagógica durante el proceso de aprendizaje de los/las estudiantes es un elemento clave para el desarrollo de las competencias. Es durante la mediación que el/la docente u otro actor educativo analiza el proceso de aprendizaje de cada estudiante y determina en qué momentos requiere de mayor apoyo, ya sea para comprender la situación planteada, para analizar los recursos con los que cuenta y los que requiere conseguir o investigar para resolverla, para organizar sus acciones a fin de lograr su propósito, para evaluar su proceso de aprendizaje y las acciones realizadas para la mejora, entre otros.

• El/la docente acompaña y media el proceso de aprendizaje de sus estudiantes de acuerdo con el nivel de logro del desarrollo de sus competencias. Para ello, debe hacer uso de los recursos y medios que tiene a disposición, pudiendo prever según el contexto una forma de comunicación remota, virtual o visitas periódicas.
• En cualquiera que sea el tipo de servicio educativo, los momentos que se dispongan para el acompañamiento del o de la estudiante se deben orientar, principalmente, a asegurar la comprensión por parte de los/las estudiantes del propósito de aprendizaje, de la situación a afrontar, así como los criterios de evaluación.
• El/la docente propicia que el/la estudiante indague y recolecte toda la información o los recursos que considere le serán de ayuda para afrontar la situación propuesta y desarrollar las competencias determinadas. Para ello, puede hacer uso de diversos materiales (guías, cuadernos de trabajo o autoaprendizaje, fichas, videos, entre otros) y medios o herramientas (internet, plataformas, vía telefónica, mensajes de texto o WhatsApp, entre otros) que permitan a los/las estudiantes desarrollar la experiencia planteada de manera autónoma, de acuerdo a las condiciones con las que cuentan (con conectividad o sin conectividad a internet, con acceso por vía telefónica o con acceso a los materiales a través del apoyo de miembros o instituciones de la comunidad). En el caso de estudiantes sin conexión a internet, el/la docente podrá gestionar el acceso a recursos impresos o audiovisuales (textos, videos, fuentes bibliográficas, entre otros).
• En el caso de los/las estudiantes bilingües de las IIEE de EIB que tengan como lengua materna una lengua originaria o el castellano, según las formas de atención, el acompañamiento y mediación del o de la docente asegura el avance en el desarrollo de las competencias, tanto en lengua materna como en segunda lengua.
• Para el caso de los servicios de la EBE se puede hacer uso de las guías de orientaciones y recursos de apoyo para docentes, tutores y padres de familia que están disponibles en la web de AeC.
• El/la docente debe coordinar la intervención de los profesionales no docentes, técnicos y otros actores que apoyan la labor educativa en su IIEE (por ejemplo: psicólogos, terapistas, docentes de educación especial, etc.) para atender a los/las estudiantes con necesidades educativas especiales, permanentes o transitorias, asociadas a discapacidad o a problemas de aprendizaje, con el fin de favorecer el desarrollo de sus competencias, así como su bienestar socioemocional.
• En el caso de brindar el servicio educativo a distancia o de forma semipresencial, el/la docente, con el apoyo de las familias, debe hacer seguimiento al trabajo autónomo que los/las estudiantes desarrollan en sus hogares con el apoyo de los materiales impresos como los cuadernos de trabajo, fichas de autoaprendizaje, productos que formarán parte de su portafolio de evidencias.
• En el caso de estudiantes que se encuentran en territorios de no conectividad y la no presencia de docentes, los gestores comunitarios ayudan a que el proceso de mediación se pueda realizar, favoreciendo la comunicación entre la familia, los/las estudiantes y el/la docente.

La evaluación desde un enfoque formativo

La evaluación, desde un enfoque formativo, es un elemento medular, pues es a partir de esta que se obtiene evidencia de los aprendizajes de los/las estudiantes y eso permite tomar decisiones que favorezcan el desarrollo de competencias de estos(as).

• La evaluación debe facilitar la retroalimentación al estudiante para que reconozca sus fortalezas, dificultades y necesidades, y, en consecuencia, vaya desarrollando su competencia para gestionar su aprendizaje de manera autónoma. Así también, este proceso permite al docente analizar su propia práctica y tomar decisiones sobre los aspectos a mejorar para facilitar el aprendizaje de los/las estudiantes.
• La evaluación se realiza en función de criterios, que son los referentes específicos que permiten observar si el propósito de aprendizaje se ha logrado o se va logrando en las actuaciones y producciones en una determinada experiencia de aprendizaje. Permiten orientar el análisis, valoración y retroalimentación de los aspectos más relevantes de lo que hacen y producen los/las estudiantes para lograr su propósito de aprendizaje.
• Los criterios de evaluación deben ser comprendidos por los/las estudiantes y no solo se deben utilizar para valorar la producción final sino también el proceso, pues es allí donde el/la docente está a tiempo de retroalimentar el accionar del o de la estudiante y mejorar su desempeño. Ello no descarta que la valoración y retroalimentación del producto final sea también relevante como parte de todo el proceso de aprendizaje que se seguirá dando en otras experiencias de aprendizaje.
• El/la docente debe promover en sus estudiantes el análisis de las evidencias de aprendizaje, para identificar sus avances, dificultades y oportunidades de mejora. Para ello, debe procurar que los/las estudiantes conserven las evidencias, en función de los desafíos propuestos en las experiencias de aprendizaje. El portafolio debe contener el registro de actividades, productos y todo aquello que se considere importante para el aprendizaje, considerando los diferentes lenguajes; no siendo fundamental el formato y el tipo de presentación, sino que refleje el progreso del o de la estudiante.
• Las evidencias de aprendizaje deben analizarse, en base a criterios de evaluación de forma periódica, para realizar una retroalimentación oportuna para la mejora del proceso de enseñanza.
• La evaluación de los/las estudiantes con necesidades educativas especiales debe ser flexible, lo que implica que los criterios de evaluación elaborados por el/la docente consideren los apoyos educativos y ajustes razonables para la atención a la diversidad de la población estudiantil, utilizando para ello: medios, instrumentos, materiales educativos adaptados, lenguajes alternativos, sistemas aumentativos y alternativos de comunicación, y tiempos adecuados, según corresponda.
• Desde un enfoque formativo, se considera las diversas formas de aprender y la diversidad de entornos en los que se desarrollan los procesos de aprendizaje, asimismo se tiene en cuenta las experiencias culturales y el nivel de bilingüismo de los/las estudiantes para brindar una retroalimentación oportuna y pertinente.

MINEDU.

 

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