Maria Antònia Canals lleva 50 años enseñando matemática a los niños. Actualmente, es profesora emérita en la Universidad de Girona (España). Su lugar de trabajo en la universidad está lleno del material didáctico que ha desarrollado a lo largo de su profesión; bloques de madera coloridos, reglas, cintas de medir, cartulinas, carretes o bobinas de hilo, hacen parte de su tesoro pedagógico. Maria Antònia no sólo ama las matemáticas, sino que ama enseñarlas y su método, según se explica en un reportaje de El País, deriva de unos movimientos de renovación pedagógica que se dieron en el siglo XX y se centran en la manipulación de objetos y el juego. Cuando esta educadora optó por la pedagogía tenía claro que quería enfocar su labor en los niños. “Los pequeños, me parecen formidables y decidí trabajar con ellos. Para mí son los que piensan más y mejor”, afirma en la entrevista de El País. Su decisión, en parte, también estuvo influenciada por su abuela y su tía quienes también eran educadoras. Particularmente su tía, se ganó un concurso que le dio la posibilidad de formarse varios meses en Italia con Maria Montessori, la precursora de un famoso método educativo.

Cuando Maria Antònia empezó a trabajar implementó este mismo método en la primera escuela donde trabajó. Más adelante, abrió una escuela en un contexto vulnerable con el objetivo de darle educación a muchos niños que no podían acceder a ésta. En aquel establecimiento, llegó a tener más de 400 alumnos. Después de un tiempo, la educadora abandonó el método Montessori porque descubrió que había cosas que a la hora de enseñar matemática se dejaban de lado a través de esta metodología; “algunos de sus materiales numéricos no funcionaban, por ejemplo sumar con bolitas olvidando el valor del espacio que ocupan en un alambre, como me hicieron ver los propios niños”, cuenta la educadora. Si bien ella rescataba el respeto de los niños como la esencia de Montessori, creía que había otras cosas que se necesitan cuando se enseña matemática. Después de 50 años en el aula, Maria Antònia ofrece algunos consejos para enseñar de una forma significativa, especialmente una asignatura que es tan desafiante para los estudiante. De su entrevista con El País, rescatamos especialmente los siguientes consejos; algunos generales aplicables en diversas disciplinas y otras específicamente dirigidas a quienes enseñan matemática:

1. La franqueza

“Lo primero, hay que ser francos con ellos, porque lo notan. Quizá este es mi último mensaje pedagógico: si nosotros no les decimos ninguna mentira, ellos responden, aunque lo hagan cada uno a su manera”.


2. Escuchar

“También es muy importante saber escuchar y tener confianza en los alumnos, sin perder la autoridad. Ellos se dan cuenta de si el maestro les escucha o no… Además hay que recordar que no es lo mismo enseñar que conseguir que se aprenda de verdad”.


3. Los materiales y el juego

Maria ha creado muchos materiales para enseñar matemática y sobre éstos dice que, “la acción de los niños y niñas sobre estos materiales es la que genera conocimiento, junto al apoyo del educador y la respuesta verbal de los alumnos. Los materiales manipulables son de distinto tipo: unos son para generar nociones o conceptos (de números, operaciones, geometría…), otros potencian capacidades o competencias matemáticas (como la lógica) y un tercer grupo son juegos o actividades que sirven para consolidar lo aprendido. No hay que olvidar que el juego es la primera asignatura de los niños”. A través de l’Asociació de Mestres Rosa Sensat (donde ella trabaja hace años 60), los profesores pueden acceder a la explicación de cómo hacer y utilizar estos materiales.


4. Adaptar el lenguaje

“El lenguaje matemático hay que enseñarlo y su aprendizaje depende de la edad, la personalidad y el contexto de cada alumno. Cada uno lo hace de una manera y debemos respetarlo. No es lo mismo el campo que la ciudad, por ejemplo”.

Y, ¿qué NO se debería hacer según Maria?

5. Números grandes

No se debe “mostrar los números escritos, grandes y muy visibles, de manera fija y persistente en el aula”.


6. Reducir

No se debe “reducir el contaje a solo un trabajo de memoria, con el único objetivo de recordar el nombre de unas grafías”.


7. Identificar

No se deben “identificar los bloques lógicos tipo Dienes con los nombres geométricos de sus formas”.


8. Representar

No se debe “representar las primeras sumas con bolitas pequeñas (tipo collar) sin tener en cuenta el espacio que ocupa el alambre que las une en los extremos de cada cantidad”


9. Introducir

No se debe “introducir el uso de las regletas lisas de colores para la comprensión de los números naturales antes de llegar al primer ciclo de primaria simplemente porque son muy bonitas”.


10. Descuidar

No se debe “descuidar el trato en profundidad de las actividades básicas en matemáticas: noción de cantidad y cambios; movimientos en el espacio; líneas, superficies y cuerpos; y solución de situaciones reales, que son los verdaderos problemas”.


11. Materiales bonitos

No se debe “usar los materiales que resultan bonitos y caros sin ver los que de verdad tienen una relación más auténtica con la vida de la clase y los maestros consideran adecuados para cada niño, principalmente con los que tienen dificultades”.


12. Olvidar

No debemos olvidar “completar todas las actividades con la expresión verbal de los niños sobre lo que se ha hecho, lo que ha pasado, lo que hemos descubierto, etc”.


13. Ser víctimas

No se debe “ser víctima de un programa que nos habíamos trazado o nos habían impuesto”.


14. No confrontar

No se debe “no confrontar lo suficiente nuestro trabajo, éxitos y dificultades con nuestro equipo de compañeros y compañeras”.