Estudiar y trabajar: Una tarea complicada pero no imposible
19 de abril de 2019
- Según el INEI, más de 5 millones de peruanos no tienen estudios secundarios completos
Trabajar y estudiar al mismo tiempo se ha convertido en una tarea complicada para muchas personas, y aunque la mayoría asegura que es difícil y estresante, otras opinan lo contrario y consideran que solo hacen falta decisión y muchas ganas de seguir adelante.
De eso pueden dar fe los más de 120 mil peruanos que en el año 2018 tuvieron acceso al sistema de enseñanza de Educación Básica Alternativa (EBA) del Ministerio de Educación (Minedu) y lograron mejorar sus condiciones de vida y oportunidades laborales gracias a dicha modalidad de estudio que beneficia a jóvenes y adultos a nivel nacional.
“No hay barreras para el estudio y cuando uno quiere, uno puede”, asegura Edith Guillén Quispe (45), una madre de familia que el año pasado culminó la secundaria en el programa de EBA y hoy se prepara para seguir estudios de derecho en una conocida universidad de la capital.
Ella era muy joven cuando abandonó sus estudios a causa de problemas económicos. Años más tarde, se convirtió en padre y madre de sus dos hijos, se desempeñó como comerciante durante mucho tiempo y en el año 2017 ingresó a trabajar en la empresa de mantenimiento SILSA. Allí se enteró de que la EBA ofrece la posibilidad de culminar los estudios básicos. Entonces se matriculó de inmediato en un horario que no se cruza con su jornada laboral y hoy ve el futuro con optimismo.
Otro ciudadano que cambió su vida drásticamente gracias a la EBA es Nemuel Ostos Rubina (41), natural del distrito de Llata, en la provincia de Huamalíes de la región Huánuco. Al migrar a Lima por motivos de trabajo, él pudo continuar sus estudios en la EBA y hoy se desempeña como especialista de esta modalidad en el Minedu y tiene otra perspectiva de la vida.
“Al llegar a Lima en 2004 opté por estudiar en la modalidad de EBA porque me permitía trabajar de día y estudiar de noche. Al principio fue complicado, no me adecuaba al ritmo vertiginoso de la ciudad y en un momento pensé en abandonar los estudios. Sin embargo, hice un esfuerzo y seguí hasta terminar la secundaria. Ahora estoy feliz de servir a la sociedad”, refiere Nemuel.
Juan Carlos Albino Páucar (30) es otro beneficiario de la EBA que culminó sus estudios secundarios en 2018 haciendo un gran esfuerzo. Unos meses después, postuló e ingresó a la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
“Estoy seguro de que el estudio es el único camino para sobresalir y nunca es tarde para aprender. A los 14 años abandoné los estudios y me dediqué a trabajar, pero siempre tenía en mente terminar la secundaria y así lo hice con ayuda de la modalidad de EBA”, refiere Juan Carlos, que ahora estudia para convertirse en docente.
Aniversario
Este mes, con motivo de los 14 años de creación de la Educación Básica Alternativa, el Minedu realizará en sus instalaciones diversas actividades pedagógicas y culturales, como la exposición fotográfica “Nunca es tarde para aprender”, y presentaciones artísticas.
Al inaugurar la exposición fotográfica, la viceministra de Gestión Pedagógica, Patricia Andrade, destacó el esfuerzo que realizan los estudiantes de EBA y sus ganas de salir adelante pese a las adversidades que enfrentan.
Estudios
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática de 2018, más de 5 millones de peruanos no tienen estudios secundarios completos. De esa cifra, 228 mil 735 son beneficiarios de la EBA. De ellos, 212 mil 193 son adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores, mientras que 16 mil 542 pertenecen al programa de alfabetización.
La Dirección de Educación Básica Alternativa del Minedu es la encargada de formular e implementar las políticas educativas para la atención de jóvenes, adultos y adultos mayores que no accedieron a la Educación Básica Regular o no lograron culminarla.
La EBA cuenta con el Programa de Alfabetización y Continuidad Educativa (PACE), que atiende a población analfabeta y con primaria incompleta, sobre todo adultos mayores de 31 años, en zonas rurales y enfoca sus esfuerzos en diferentes grupos poblacionales, según sus características y necesidades específicas, como edad, género, lengua materna y nivel educativo.
Cabe señalar que entre los beneficiarios se encuentran pescadores artesanales, personas privadas de libertad de los centros penitenciarios y centros juveniles, adultos mayores, poblaciones indígenas, miembros del servicio militar voluntario, personas que sufren de discapacidad auditiva y estudiantes de la beca Doble Oportunidad.
Fuente: Minedu