Los docentes son una parte muy importante del proceso de enseñanza-aprendizaje, así como del desarrollo académico de los estudiantes. Unos son capaces de dejar una huella más marcada en la vida de sus alumnos, pero ¿alguna vez te habías parado a pensar por qué? En la empatía podría estar la respuesta.
A menudo, se atribuye el éxito de la educación finlandesa al gran respeto de sus habitantes por los docentes y por la profesión de la enseñanza. ¿Tendrá algo que ver en esta cuestión la empatía y el vínculo que consigue crear el profesor con el alumnado en clase más allá de lo meramente académico? ?
El valor de la empatía
El estudio ‘Finish First Steps’ (‘Primeros Pasos’) llevado a cabo por la Universidad de Jyväskylä y la Universidad de Turku, ambas finlandesas acaba de refutar la hipótesis. Aunque no ha acabado, ya ha arrojado sus primeros resultados: el valor de la empatía en los docentes ejerce un fuerte poder sobre los estudiantes porque les motiva, les estimula y es clave para su desarrollo académico.
Según el informe, la capacidad de los profesores de ver más allá de los resultados académicos y los rostros de los alumnos es muy importante para conseguir una formación de calidad. Un ejemplo de los resultados de llevar a cabo esta práctica lo encontramos en Diego Ojeda, docente de Inglés jubilado que centró sus clases en establecer un buen vínculo con sus estudiantes. Bajo su punto de vista, “no tiene sentido que alguien utilice herramientas innovadoras y que, sin embargo, considere a sus estudiantes solo como sujetos descontextualizados”.
Aunque solamente se están midiendo los resultados en niveles educativos superiores, uno de los investigadores afirma en una nota de prensa lanzada por esta universidad que en los primeros años de infancia, el niño debe tener una relación segura con su maestro. El motivo es que ésta no solo protege la imagen de los niños como aprendices, sino también contra la exclusión social de los compañeros.
Para ser un profesor empático y convertirse en referente en la formación de los estudiantes, es necesario seguir algunas pautas sencillas. Según Mercedes Bermejo, directora de Psicólogos Pozuelo, una de las características que mejoran la relación profesor-estudiantes es la escucha activa: interesarse por la opinión del alumno, comprenderle y ofrecerle apoyo emocional para entender cómo se siente en un momento dado. “Para afianzar la adquisición del aprendizaje, este debe ir unido a lo emocional porque con afecto todo se interioriza mejor”. Además, otras de las pautas a seguir es saber escuchar, interpretar las señales no verbales de los estudiantes, mostrar comprensión y prestar ayuda emocional personalizada.
Aunque, eso sí, uno de los aspectos a tener en cuenta en estos casos, según Diego Ojeda, es conseguir el equilibrio entre la autoridad y la confianza. Es necesario que en el aula exista un ambiente relajado y positivo pero también es importante que el docente no pierda su rol de referente y responsable de lo que ocurre dentro del aula. A este respecto, Mercedes concluye: “La empatía deja de aportar beneficios cuando se pierde el objetivo de la relación que, en este caso, es la transmisión de conocimientos”.
https://web.facebook.com/tuamawta