Una de las funciones básicas de los docentes es la transmisión de conocimientos y enseñanzas gracias a la formación docente. Pero, para que ésta sea efectiva, es necesario centrar los esfuerzos en que el alumnado deje de ser un mero receptor de contenidos en los que se vuelca la información, sin otra finalidad que reproducirla en los exámenes.
Esa perspectiva afortunadamente está cambiando. Es clave facilitar los mimbres con los que el alumnado construya sus propios cestos. Y es, con esta mirada, con la que los docentes deben enseñar el camino para que el alumnado sea capaz de auto moldear, configurar y desarrollar la consciencia de su propia personalidad y su responsabilidad en lo que respecta al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Mindfulness y gestión de emociones
Durante las sesiones de clase es fundamental poner en marcha una serie de micro herramientas: el mindfulness o la gestión de emociones, el desarrollo de habilidades sociales, etc. En definitiva, una serie de rutinas y competencias básicas que les ayuden a conformar un modo de trabajar y de ser, que les facilite las relaciones con sus acciones, pensamientos, emociones y personas que conforman su realidad.
Este tipo de técnicas favorecen el control emocional y son tan necesarias como cualquier otro conocimiento prestablecido a nivel curricular. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos en contextos educativos que aún siguen basados en los patrones productivos de la Revolución Industrial. Patrones que incluso los propios sistemas educativos a veces perpetúan sin hacer un análisis real de lo verdaderamente propicio para el desarrollo personal y formativo del alumnado.
Bienestar social y emocional
Tal y como se ha demostrado desde la Psicología Positiva con sus investigaciones, es necesario que el docente trabaje estrategias que guíen hacia la relajación, hacia el control de la situación, hacia la búsqueda de una idea, hacia el momento presente, hacia la atención plena, hacia el bienestar social y emocional de los estudiantes, porque eso supondrá una mejora en nuestra sociedad presente y futura.
“Un niño puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea. Paulo Coelho”
Estas herramientas se desarrollan a través de ejercicios prácticos, como la relajación en un minuto, la limpieza de la esponja, el escáner corporal. Son herramientas que deben ser practicadas y perfeccionadas para que surtan el efecto esperado. Entrenadas durante la clase, perfeccionadas en casa, valoradas en clase y mejoradas en casa.
Estas actividades deben realizarse bajo una motivada evaluación intrapersonal, donde el alumnado describa sus experiencias. En este sentido, es básico escuchar más al alumnado, ya que eso contribuye a que se involucre en su propio aprendizaje. De esta forma, se garantiza que logre aprehender.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo. Benjamín Franklin”
Aprendizaje y trabajo en grupo
La clave, por tanto, está en la toma de conciencia. Cuando eres consciente de tu debilidad, empiezas a trabajar para que se conviertan en fortalezas. Siempre bajo las pautas y guía que marque el profesorado. Por ejemplo, fomentar el trabajo en equipo es importante, porque se refuerza a quienes tienen dudas, y se sienten integrados al trabajar por un bien común. Quienes son más individualistas son capaces de tomar conciencia de la importancia del aprendizaje y trabajo en grupo. Con esta metodología podemos observar cómo en el alumnado emergen las inteligencias múltiples a la hora de responder a un problema, pues cada uno aporta aquellas capacidades en las que tiene un mayor nivel de competencia.
Por tanto, fomentar la mentalidad de equipo es importante, y eso también lo aportan técnicas de gamificación y visualización.
“Educar no es otra cosa que enseñar a dudar. Ortega y Gasset”
Formación en Educación emocional
Esto nos lleva a la siguiente cuestión, ¿tiene el profesorado una formación de base o complementaria sobre temas como la Educación emocional, el Coaching educativo, las Inteligencias múltiples o metodologías innovadoras como el Aprendizaje Invertido o la Gamificación?
Lamentablemente la respuesta es negativa. Basta por ejemplo con revisar los planes formativos del Máster Universitario en Profesorado de Educación Secundaria o los Grados de Magisterio. Aunque se incluyen asignaturas que desarrollan contenidos afines, no existen materias específicas que enseñen al profesorado sobre cómo implantar estas estrategias en el aula. Afortunadamente son cada vez más los equipos docentes y opositores que buscan cursos para especializarse en estas materias tan importantes para la docencia.
Esta formación se puede realizar desde plataformas formativas online, que cuentan con materiales innovadores, actualizados y específicos. Que cuentan con la tutorización de equipos de profesionales expertos en las materias a impartir. Se trata de cursos de gran calidad y flexibilidad, homologados y puntuables en las fases de concurso de las oposiciones, así como en traslados y sexenios.
Formación puntuable para oposiciones
Entidades como AFOE Formación (entidad sin ánimo de lucro) lleva desde 2001 gestionando formación permanente para el profesorado, acreditada y homologada por diferentes administraciones educativas como el Ministerio de Educación o la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, así como por universidades públicas como la Universidad Pablo de Olavide o la Universidad Nebrija.
Dispone de una amplia y atractiva oferta formativa con contenidos siempre actualizados que responden a las nuevas propuestas pedagógicas, didácticas y metodológicas. Cursos como “Educación emocional y resolución de conflictos”, “Coaching pedagógico, metodologías innovadoras en el aula” o “Inteligencias múltiples”, conforman parte de su abanico de acciones formativas. Siempre desde la premisa de la calidad, el asesoramiento y la atención personalizada a su alumnado.
Fuente: educaciontrespuntocero.com
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