Eliminar los alimentos ultraprocesados, fritos y bebidas azucaradas de las loncheras de los estudiantes ha sido un gran reto para padres de familia, colegios e, incluso, para los programas de Alimentación Escolar (PAE). Los malos hábitos alimentarios, según los expertos, tienen encendidas las alarmas frente a riesgos de obesidad en los escolares.
Cifras de la Encuesta Nacional de Salud Escolar (Ense) revelan que nueve de cada diez estudiantes de entre 13 y 17 años no consumen frutas ni verduras en las cantidades recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Precisamente, para reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas en la niñez colombiana, han surgido varias iniciativas como, por ejemplo, el II Encuentro Nacional ‘Abramos la lonchera’, un evento dirigido a rectores de colegios públicos y privados que busca generación de entornos escolares más saludables. Durante el encuentro, que tuvo lugar ayer en el Gimnasio Moderno, de Bogotá, varios expertos opinaron al respecto.
Para la experta, el panorama en América Latina es alarmante, si se tiene en cuenta “que 24 millones de niños entre los 6 y 11 años sufren de sobrepeso”.
Para la especialista de Unicef, la malnutrición escolar está asociada a la actividad física de los estudiantes. “Los niños no acostumbran a realizar ejercicio y el tiempo que pasan en la pantalla (celulares, computadores, tabletas) es mayor: el 62 por ciento de los escolares manipulan un dispositivo”, señala.
Carolina Piñeros Ospina, directora de Red Papaz, advierte que si bien las instituciones educativas se rajan en alejar a sus estudiantes de los malos hábitos alimentarios, se está logrando persuadir un cambio hacia una oferta saludable.
“En el entorno escolar nos falta gente que tome la decisión de erradicar esos alimentos (gaseosas, papas fritas, bebidas azucaradas, etc.), así se nos venga el mundo encima. Sin embargo, es necesario que se incluya a los padres para que entiendan por qué es tan importante generar un cambio”, agrega Ospina.
Para eliminar los alimentos dañinos de los colegios, las especialistas recomiendan, por ejemplo, entablar un diálogo con las empresas de alimentos. “Se debe negociar con los tenderos para diseñar líneas de productos saludables. Por ejemplo, por qué no vender solo frutas una vez a la semana o cada 15 días. Eso, por supuesto, ligado a un trabajo fuerte de pedagogía en el cual se les muestre a los niños qué pasa con sus cuerpos si continúan consumiendo alimentos nocivos para su salud”, plantea Artunduaga.
Rafael Rioja Arantes, nutricionista del Instituto Brasileño para la Defensa del Consumidor (Idec de Brasil), habla de cómo crear una lonchera saludable. “Debe tener agua o jugos naturales, y es necesario que se incluyan frutas. Además, es necesario evitar los alimentos procesados”, recomienda Rioja.
Asimismo, sugiere a los padres “cocinar en conjunto con los niños para crear hábitos alimentarios responsables”. Y advierte que “el sobrepeso en la niñez puede generar en la adultez consecuencias como diabetes e hipertensión”.
REDACCIÓN EDUCACIÓN@EducacionET
Fuente: eltiempo.com
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